sábado, diciembre 30, 2006

Deseo

Yo, como estoy harta de incumplir los propósitos que me hago cada año nuevo, este año he decidido que en lugar de propósitos inalcanzables sólo voy a pedir deseos que no dependan tanto de mí y de mi escasa fuerza de voluntad.


Para el 2007 deseo...

... tener un motivo todas las mañanas para sonreír.
... poder dormir por las noches, salvo que un buen motivo me lo impida.
... que mis recuerdos nunca ganen la batalla a mi esperanza.
... que nada me impida seguir imaginando que todo es posible aunque no lo parezca.
... tener la valentía para decir lo que pienso y perder la vergüenza para explicar lo que siento.
... que las cosas importantes me lo sigan pareciendo.
... que no me cuelen mentiras y que no nieguen verdades.
... que me den las collejas que me hagan falta, que yo daré las que crea necesarias.
... que siga habiendo gente que me cause admiración.
... que "lo bueno, si breve, dos veces bueno", no se cumpla cuando se trate de sexo.
... que se cumplan mis deseos inconfesables.


Para todos los que pasáis por aquí...

... que 2007 sea el comienzo de una larga racha de años geniales.


Y en especial deseo...

... un mar en calma para HSolo.
... una fantasía hecha realidad para TitoBeno.
... uno de esos que estimulan cuerpo y mente para Elvira.
... un público entregado para Mescalino.
... un "mi papi es el mejor" para DANI.
... un vuelo para mañana para Zarem.
... un misterio por resolver para Jordi.
... un bujero amplio y soleado para K010T.
... un motivo más para cantar para Marguerite.
... una canción inédita para Cabeza Mechero.
... una suite de lujo para Afrodita.
... un órdago a la grande para Wadoska.
... y a los que no nombro (porque sino no acabo nunca), aunque no olvido, que se cumpla vuestro deseo más oculto, ese que no habéis confesado a nadie.

FELIZ 2007

jueves, diciembre 28, 2006

¡Ha picado uno!

Esto de volver a casa como el Almendro, estar de vacaciones y tener que dedicar tu vida única y exclusivamente a las compras navideñas y las relaciones sociales es superideal de la muerte.
No tengo muy claro cuanto tiempo puede un cuerpo resistir semejante cantidad de comidas, cenas, aperitivos, vinos y copas sin reventar por algún lado... pero por ahora, el mío resiste.

He de confesar que lo de buscarnovio lo he tenido un pelín aparcado estos días pero es que no falla... una se despista un poco, deja de buscar y zaaass te sale un pretendiente de debajo de una piedra.

Pero esta vez y contra todo pronóstico, no se trata de un pretendiente que sólo me quiere por mi cuerpo y mi dinero, no. Esta vez me quiere también por todo lo demás... eso que no se ve... coño, cómo se llamaba?... ah! sí... el interior!!

El caso es que estaba yo buscando un regalo para mis lectores del blog y de repente se me acercó un tío alto, guapo y bien dotado. Me miró a los ojos y me pidió para salir.
Así, como se hacía en el 87 cuando lo de "vamos a tomar algo" era inconcebible con la paga semanal que nos daban.
Yo, que acostumbro a hacerme la estrecha cuando un hombre guapo me pide para salir, le dije
"¿me respetarás hasta el matrimonio?"
a lo que él, con la mano en el pecho respondió
"depende de lo bien que folles"
"entonces me respetarás"
le contesté.

En fin, que he encontrado a uno que ha picado y nos vamos a hacer novios un día de estos (mañana o pasado mañana a lo sumo).

Así que, gente de dios que tanto ánimo me habéis dado durante estos difíciles meses, os abandono.
Diría que con pena en el corazón, pero sería mentir como una bellaca y yo no acostumbro.
Ahí os quedáis... que la menda se ha ennoviado y ya no tiene nada más que añadir.


martes, diciembre 19, 2006

Atención al cliente

Nunca he tenido mucha fe en los departamentos de Atención al Cliente, pero aún así no puedo evitar llamar cuando tengo una queja...

- Servicio de Atención al Cliente de Papá Noel, le habla la extensión 101, ¿en qué puedo ayudarle?
- Buenas tardes, soy Reich, cliente de Papá Noel desde hace muchos años y les llamo para poner una reclamación.
- Ajá... ¿de qué tipo de reclamación se trata?
- Verá usted, Papá Noel nunca me trae lo que le pido y quiero quejarme formalmente.
- Comprendo, Srta. Reich... ¿y esto desde cuando le sucede?
- Desde siempre.
- Necesito datos concretos para formular una reclamación formal, haga el favor de enumerarme los errores que Papá Noel ha cometido con usted, por favor.
- Veamos... cuando era pequeña le pedí una "Barbie" con su "Ken" correspondiente y el Sr. Noel me trajo una "Barriguitas China" con su "Noria"...
- Continúe, por favor.
- Cuando le pedí una “bici rosa con un cestito de mimbre delante”, me trajo una “bici roja sin cestito” y cuando le pedí el "Maletín de la Srta. Pepis" me trajo el "Quimicefa"... ¿quiere que siga?
- Verá Señorita, creo que esos errores han preescrito ya, quizá debería usted centrarse en los del último año.
- Pues fíjese, el año pasado sólo le pedí una cosa, un Novio... y todavía estoy esperando a que llegue.
- Bueno, sabe usted que nunca tenemos un stock de Novios suficiente para cubrir la demanda que existe, pero si la carta llega cuando los Novios se nos han agotado Papá Noel suele enviar el pack-consolación: muchos pretendientes, amantes geniales, rollos estupendos y aventuras increíbles que ocupen el lugar de un Novio.
- Ya, pues a mí ni siquiera me llegó todo eso...
- De veras que lo siento Señorita, supongo que algo ha fallado en el sistema logístico porque el ordenador me indica que el pack-consolación salió de aquí en fecha.
- Qué bien, de modo que hay alguien por ahí cepillándose a mis pretendientes, mis amantes, mis rollos y mis aventuras, no?
- Eso me temo, Srta. Reich. De todas formas, he tomado nota de todo y este año nos encargaremos de que Papá Noel le haga llegar lo que haya pedido este año y el pack-consolación que no le llegó el año pasado.
- Este año he vuelto a pedir un Novio.
- ¿Cree usted que será capaz de compatibilizar el Novio con el pack-consolación?
- Uhmmmm... usted mándemelo todo, que ya veré yo como me apaño...

Lo sé, a mi edad ya no hay que creer en los de Atención al Cliente... ¡cómo me gustaría seguir siendo una niña!

viernes, diciembre 15, 2006

Inteligencia Emocional

El otro día se me acercó mi jefe y me dijo:

- Reich, ya tengo tu regalito de navidad.
- Pues yo no pienso regalarte nada.
- Lo sé, no te preocupes. Mi regalo es un curso que empieza mañana y que te va a encantar.
- ¿Un curso? ¿Sobre qué?
- Inteligencia emocional
- ¿Como debo de tomarme esto?
- Muy fácil, como lo que es, un regalo.
- Ya... y por qué precisamente “Inteligencia Emocional”, ¿intentas decirme algo?
- Sí, pero espero que lo descubras tú solita...

Se fue y me dejó mosqueada, porque no sé como tomármelo. Lo fácil sería pensar que mi jefe cree que emocionalmente soy muy torpe, pero me parece una forma muy poco sutil de decirme algo así.

El curso empezó con esta fábula...

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente.
Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir."
El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino."

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?
Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."


Aprendizaje:
Todos tenemos defectos, debilidades y cualidades y debemos sacar provecho de todos ellos, nunca debemos sentirnos menos o más que otros, porque todos tenemos una meta que cumplir, un trabajo que hacer.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Superarlas implica un trabajo personal profundo y comprometido.

Hoy me he cruzado con mi jefe y no he podido evitar preguntarle por qué ha pensado que yo necesito ese curso:

- Ah... pero... ¿todavía no lo sabes?
- Pues la verdad es que no y me gustaría que me lo explicaras...
- Joder, pues porque al acabar el curso te regalan un ordenador portátil chulísimo!! Menudo regalazo, eh!!


En fin... y yo comiéndome el coco...

lunes, diciembre 11, 2006

Perrito Desvalido vs. Mosquita Muerta

Aparte de que a mi los animales en general me gustan más en los documentales de la 2 (que yo no veo) que en vivo y en directo, los comportamientos animales tampoco son de mi especial agrado (a excepción, claro está, del tigre, el toro y demás animales salvajes en la situación adecuada).

Y dentro de la fauna que una soltera suele encontrarse hay dos especies que a mí, particularmente, me resultan curiosas: el Perrito Desvalido y la Mosquita Muerta.

Los hombres que en determinadas ocasiones o de forma continuada adquieren el rol de Perrito Desvalido ligan mucho y yo no acabo de explicarme por qué. Será que soy más retrógrada que nadie, pero es que a mí un tío que va de llorón no me pone. Un día me dijeron que eso era porque yo no tenía instinto maternal, pero eso no es cierto. A parte de que tengo mucho más instinto maternal del que me gustaría, entre un niño que llora porque tiene gases y un tío bueno que llora porque nadie le quiere, yo me quedo con el de los gases.


Y al otro lado del zoo se encuentra la Mosquita Muerta, una tipa que sin haber roto un plato rompe más corazones que nadie. Y yo tampoco lo entiendo, y lo que es peor, me jode. Supongo que tiene que ver con que yo siempre he aparentado ser peor de lo soy y eso me imposibilita para dar la imagen de mosquita muerta, a pesar de que los platos que dicen que yo he roto, seguro que ya estaban rotos cuando yo llegué.
Además, el hecho de tener esta imagen tan angelical te absuelve sin juicio de cualquier delito que hayas podido cometer, y esto siempre es en detrimento de las que no gozamos de tan buena fama, que acabamos siendo culpables y sin derecho a una defensa digna.



El caso es que este fin de semana y de un plumazo he desenmascarado a estas dos especies.

Rebeca siempre ha sido una mosquita muerta en toda regla y hasta hace unas semanas salía con Pepe, un chico muy majo que al ennoviarse perdimos de vista.

Entré en un pub y allí estaba Pepe, apoyado en la barra con la mirada perdida.

- Pepe!
- Reich!
- ¿Cómo estás? Ya me he enterado... y lo siento.
- Estoy destrozado, acabado, creo que esto no lo superaré jamás...
- Pero... ¿qué os ha pasado?, se os veía tan bien juntos...
- Rebeca llevaba un año tirándose a un tío de su oficina, cuando me enteré me quería morir.
- ¿Rebeca? ¿la mosquita muerta?
- Sí, Rebeca... Estoy fatal Reich, me siento una mierda...
- No digas eso ni en broma.

Lo vi realmente mal, así que instintivamente le di un cariñoso abrazo, pero de repente noté algo fuera de su sitio...

- Pepe... ¿Te importaría sacar tu mano de mi trasero?
- Reich, perdóname... es que estoy tan solo...
- ¡Anda y que te den!

Demostrado: ni las mosquitas están tan muertas ni los perritos tan desvalidos.

sábado, diciembre 09, 2006

Ping Pong Cerebral

Existe la teoría de que las mujeres tenemos más desarrollado el lado izquierdo del cerebro, el emocional y los hombres el derecho, el racional. Yo no sé si estoy muy de acuerdo con esta teoría, pero reconozco que ambos lados del cerebro son muy necesarios y que, cuando no se ponen de acuerdo, son un auténtico calvario.

Yo suelo ser extremadamente racional para muchas cosas y demasiado emocional para otras, pero suelo llegar a un equilibrio en el que mi corazón convence a mi cabeza o al contrario y acabo haciendo lo que me da la gana en la mayor parte de los casos.

El problema se plantea cuando la razón no es capaz de calmar a la emoción y cuando la emoción no es capaz de convencer a la razón.

Yo siempre he tenido la necesidad de que mis fracasos o mis triunfos fueran míos y que fueran el resultado de las decisiones, las actitudes o las acciones que yo haya decidido tomar, por eso, cuando me encuentro en el punto de no saber si hacer algo o todo lo contrario me como el coco mucho más de lo necesario.

Como si se estuviera jugando un partido de ping pong en mi cerebro, mis ideas pasan de ser buenas a ser nefastas en cuestión de segundos y mientras mi lado derecho está pensando cómo convencer a mi lado izquierdo para tomar un camino, el lado izquierdo no deja de argumentarle al derecho que el camino acertado es el contrario.

Y lo único que yo puedo hacer al respecto es abrir mucho los ojos e intentar ver una señal que sirva como punto de inflexión para tomar la decisión que sea... buena o mala, eso ya me da igual.

Hay gente que tiene paciencia para sentarse a esperar, gente que se deja llevar por lo que le rodea y gente que, como yo, siente la necesidad de hacer lo posible para que las cosas sucedan cómo y cuando una quiere.

Tengo una amiga que siempre me recuerda el día que me pilló en la cocina gritándole a una olla llena de agua "¡hierve ya, coño!" y esa misma sensación que tenía frente a una olla en una cocina la tengo ante mí misma ahora, "¡decídete ya, coño!".

miércoles, diciembre 06, 2006

El Orgasmo Global


Ya les vale a Donna Sheehan y Paul Reffell...

Por lo visto, a este par de maduritos tan entrañables se les ha ocurrido la feliz idea de citarnos a todos los humanos residentes en este planeta, el día 22 de diciembre para tener un orgasmo colectivo en nombre de la paz.

Más pacífica que yo no la hay y más ansiosa por participar en este proyecto tampoco, pero por dios... el día 22 me viene fatal.

Imaginando que no me toque el gordo de la lotería de navidad y desaparezca del planeta, ese día después de trabajar me voy de viaje y tengo planeado pasarme la tarde-noche en uno de esos maravillosos atascos que se forman en nuestras carreteras.

Así que me pregunto...
¿Cómo lo hago?
¿Alguien ha ligado en un atasco?

¿En qué me tengo que fijar... en los caballos, el motor, la marca o el color del coche?

¿O es mejor fijarse en el tamaño (del vehículo) por aquello de la comodidad?

¿Debo ir con mi coche lavado y encerado?


Haré lo que pueda, pero sinceramente, lo veo complicado... con lo bien que me venía a mí este fin de semana...
Ya me estaba viendo yo entre copa y copa soltando algo como:
"¿Has oído hablar del Orgasmo Global?, ¿No crees que la paz mundial bien merece un pequeño esfuerzo por nuestra parte?"

En fin... tendré que seguir recurriendo a los argumentos de siempre, que nunca me dan resultado.

sábado, diciembre 02, 2006

Frivolizando

Ayer fuimos a comer un grupo numeroso de compañeros de trabajo y antes de que nos sirvieran el primer plato uno de los chicos de la mesa anunció que iba a ser padre. Cuando le preguntamos qué le apetecía más si la niña o el niño nos contestó:
"Me da igual, yo sólo quiero que esté sano y que si es niña sea guapa y si es niño inteligente".

En cuando terminó la frase supe que ya no hablaríamos de otro tema durante toda la comida, y así fue.

Yo siempre he tenido la manía de entrar al trapo en este tipo de discusiones, pero ayer me encontraba yo con pocas fuerzas y decidí esperar a oír los distintos argumentos para dar mi opinión al respecto.

Me pareció curioso que las más guapas y los menos inteligentes (bajo mi punto de vista) estuvieran en contra de esa elección y las menos guapas y los más inteligentes (bajo mi punto de vista) estuvieran a favor. Y me pareció muy curioso también que algunas se ofendieran por decir que la belleza femenina abre muchas más puertas que la masculina, mientras que ninguno se ofendió por decir que la inteligencia masculina abre más que la femenina.

Es obvio que el futuro padre no se había puesto en el caso de tener que elegir entre una niña guapa y tonta y un niño listo y feo, pero sí en el caso de que si tuviera que sobresalir alguna de esas dos virtudes, las preferiría así repartidas.

Después de un buen rato callada escuchando muchas tonterías el chico me preguntó:

- Reich, ¿Y tú qué piensas?
- Que tienes suerte, porque si es niña tú creerás que es la más guapa y si es niño creerás que es el más inteligente.
- Eso seguro, pero tú por qué preferirías llamar más la atención ¿por tu belleza o por tu inteligencia?
- Preferiría ser lo suficientemente inteligente como para llamar la atención por mi belleza o lo suficientemente guapa como para llamar la atención por mi inteligencia.

Entonces nos puso en el caso de que nos diesen la opción de elegir entre tener más inteligencia o más belleza... Y toda la mesa, sin excepción, eligió tener más belleza.

Tiene gracia que todo el mundo esté tan conforme con la inteligencia que ha desarrollado y sin embargo casi nadie esté nunca conforme con el físico que le ha tocado.

¿Será que en el fondo somos todos bastante tontos?