viernes, octubre 13, 2006

Nada es lo que parece

Una de las cosas que siempre ha estado en mi lista de deseos a pedir cuando se me aparezca el genio de la lámpara, es el de estar en otra piel.
Poder saber cómo es ser otra persona, ver por otros ojos, interpretar la realidad de otra forma y pensar diferente.
Aunque sólo fuera por un minuto, me gustaría saber lo que es eso y probablemente, después de erradicar el hambre en el mundo y acabar con las guerras, ese sería el deseo que le pediría a mi genio. Obvia decir que si además pudiera elegir, me metería en la piel de un hombre, no de una mujer.

El otro día iba con un amigo y nos pasó algo un tanto extraño. La historia en sí es lo de menos, lo realmente curioso fue llegar junto al resto del grupo y contarlo. La historia que contó mi amigo no se parecía en nada a la que yo hubiese contado.
Su percepción de la realidad y la mía no tenían absolutamente nada que ver. De hecho, su versión de los hechos y la mía distaban tanto entre sí, que perfectamente cualquiera podía pensar que se trataba de dos historias distintas.

Hace años estaba yo buscando piso y encontré uno que me pareció precioso. Para convencer a mi compañero de piso se lo describí con todo lujo de detalles y lo dibujé en un papel.
Cuando por fin nos instalamos él me llamó, me sentó en una silla, me sacó el papel que yo había dibujado y me preguntó:
“¡¡¿se puede saber en qué se parece este dibujo al piso en el que estamos viviendo?!!”.

Yo lo miré y efectivamente no se parecía en nada. Los 60 m2 del piso en mi dibujo eran 150, ni era tan luminoso como yo le había dicho, ni tenía unas vistas tan espectaculares, ni en el salón cabía un campo de fútbol, como yo le había hecho creer.
Pero a mí aquel piso me había gustado tanto que mi cabeza lo veía como el piso más bonito del mundo.
Al cabo de un tiempo cuando al piso le empezaron a salir defectos, como poca presión de agua en la ducha, vecinos ruidosos, imposibilidad de aparcar en la puerta y encima, mi compañero y yo empezamos a tener serios problemas de convivencia, yo empecé a ver aquel piso como el sitio más inhóspito y desagradable para vivir.
Si en aquel momento alguien me hubiese hecho dibujar aquel piso estoy segura de que no se parecería en nada al dibujo que yo había hecho el primer día.

Y trasladando esto al tema de la Búsqueda de Novio, tengo una amiga que siempre me echa en cara la enorme capacidad que tengo para distorsionar la realidad inconscientemente en función de lo que a mí me interesa.
Y que cuando encuentro a un chico que me parece interesante siempre es de 150 m2, vistas espectaculares y gran salón, pero cuando la realidad se impone y me obliga a verlo con los ojos abiertos descubro que sólo son 60m2, vistas mediocres y salón pequeño, que es la excusa perfecta para no comprometerme y seguir buscando.
Pero lo que ella no me dice, y yo pienso, es que algún día puede que los 150 m2 que yo percibo de entrada, se conviertan en 200 cuando abra los ojos.

27 comentarios:

Anónimo dijo...

en las relaciones personales todos tendemos a idealizar, claro que lo bueno es que algun dia puede que el ideal sea igual que lo real.

Un besote

Anónimo dijo...

Verás como tarde o temprano encontrarás a alguno que, cuando abras los ojos, sus 150m se convertirán en 400, con piscina, jacuzzi y pista de tenis incluídos.


Un besazo amiga!

Anónimo dijo...

vaya deseos mas raros q tienes. yo creo q hubiera pedido otras cosas.

asi q las tias qereis tios de 150m2. vaya decepcion. con lo feliz q estaba yo con mis 22cms. :(

Joe dijo...

Puede que si ves 60m2 algún día se conviertan el 100 al abrir los ojos, o incluso en 150, por qué no. Pero si siempre ves 150m2, reconozcámoslo, es cuestión de probabilidades: ¿cuántos pisos de lujo hay, en comparación con los mediocres?

No digo que lo que propones sea imposible. Es simplemente más difícil.

Suerte.

Anónimo dijo...

Y lo bien q se pasa hasta q se abren los ojos, el d 200 ya aparecera, pero en el intermedio es mejor tener alguno q nos parezca d 150

Un besazo

Anónimo dijo...

A veces nos empeñamos en decir que hemos visto la cara oculta de la luna...

Un beso

Niña dijo...

Yo creo que cada cosa depende del cristal con el que se mire. El día que te sientas realmente atraída por otra persona no lo veras de "60m" sino de 500, cuando en realidad tiene solo los 60.

Esta claro que cada persona tiene percepciones diferentes. A mi también me ha pasado el ir con alguien, que nos pase algo curioso y después contarlo de manera totalmente diferente y el resto preguntarnos: pero estábais juntos?...jejejeje.

Anónimo dijo...

Urge Vender.

90 mtos. Calefacción Gas. Ventanas aluminio. Totalmente reformado. Amueblado. Para entrar a vivir.

A 50 Kms. del nucleo urbano mas cercano.

Abstenerse inmobiliarias.

Razón, ya sabes donde.

Anónimo dijo...

Yo me encandilé con un piso de 120 metros que se convirtió en una autocaravana. Claro, debo decir que me pasó un sábado noche, que para mi no es el mejor momento para transacciones de ese calibre, pero en fin...

Cabeza Mechero dijo...

Querida Reich;
Siento no poder darte la razón en este post... pues eso que cuentas no tiene tanto que ver con la femenidad/masculinidad; si no más bien con lo colgaos que estemos... ¡Ojalá hubiera más gente que viera 150 metros cuadraoa donde sólo hay 30! Eso es similar a cuando te enamoras (sí, que asco, pero a veces pasa), y le dices a tus amigos: Mira, te presento a la mujer más guapa del mundo... ellos le ven catocermil defectos y 30 metros cuadraos... pero para uno siguen siendo 150 metros cuadraos con jacuzzi...

¡Que vivan los colgaos y sus sueños, estoy hasta la p... de gente objetiva! Algún dia el mundo será de los majaras... Así que sol, y buen tiempo!!!

Anónimo dijo...

Quien no se arriesga a ver 150 m2, nunca tendrá 150 m2.
Tal vez algún día encuentres 150 m2 y con el tiempo seguirán siendo 150 m2.
Eso sí, con sus pequeños desperfectos varios... pero al fin y al cabo la perfección es muy aburrida y los pequeños defectos hacen la vida vida.
Entonces sabrás que esos 150 m2 serán tus 150 m2.

Uff, parezco una inmobiliaria promocionando la casa de gran hermano.

Anónimo dijo...

A lo mejor un día resulta que ves 60m2 en vez de los 150 y comienzas a pensar que al fin y al cabo, para que quieres tantos metros (más para limpiar) con lo confortable que se está en esos 60 metritos.

Anónimo dijo...

El jueves pasado estuve cerca de sentir un cambio de esos....pero en una situación no deseada, incluso me tuve que plantear si todo sucedía como yo creía o la realidad era otra....más info en mi blog jeje (¿publicidad gratuita o me la cobras?....si me la cobras prefiero pagar en mano así que dime dónde y a que hora.....jeje

Besos ¡

DANI dijo...

Lo mejor es pillarte un loft (sin nada, diáfano) y organizarlo segun tus necesidades.

Son difíciles de encontrar y quizás más caros, pero no hay que tirar tabiques para ganar metros ja ja ja.

un beso inmobiliario

Pilar dijo...

¿Por que encasillarte en 60m2, cuando está claro que tu vision es de 200? Ver el vaso lleno nunca ha matado a nadie, y si te acabas cansando se lo tiras al que te moleste a los morros, y a llenarlo de nuevo :)

Anónimo dijo...

A veces, hay que pensar que lo importante no son los metros sino las vistas. Si esta bien orientado, que los vecinos no molesten, que los servicios que ofrece son suficientes, etc. Y pensar que en cuestiones de medidas todo mengua.

Mari Carmen dijo...

Cuando alguien nos gusta, tendemos a idealizarlo... siempre ha sido así... Al principio nunca encontramos defectos a nuestro chico... jejee
Besotes

Anónimo dijo...

De acuerdo con Xarazar, en que los importante no son los metros, sino las comodidades que implique.

Una que estuvo a punto de comprar uno muy grande pero con vistas a paredes de ladrillos, y a pesar de tanto mobiliario, sin embargo podia escuchar ecos.

Además es cuestión aceptar y que te acepten como lo que eres, con tu contenedores de defectos y virtudes, con tu coeficiente intelectual y tus manías. Recordar siempre que, no se Está, se ES.

Besos(Sigo esperando cambio de nombre, a este blog ;))

Lilith dijo...

yo veo duplex con piscina y zonas verdes en un loft de 30 m2 con goteras, asi que cap problema, estoy acostumbrada asoñas más de la cuenta, pero es que sin eso la vida no tiene emociones

Anónimo dijo...

pastelosa, pelín cursi.
sigue soñando, niñata

Javi dijo...

Hola, he descubierto tu blog y quiero decirte que me ha gustado mucho. Lo tengo ya en favoritos, asi que pasare por aqui de vez en cuando para leer tus historias.

Saludos.

Maik! dijo...

Mirate la pelicula XChange, la del año 2000. No es un peliculón, pero me he acordado de ella leyendo tu post.
Y acerca de el te diré que la subjetividad es lo que hace que las cosas no sean ni blancas ni negras, y que dependa de quien las mire. Y gracias a esa subjetividad y a algunos prejuicios tontos dejamos pasar las mejores oportunidades. Lo mejor que tenemos los humanos es la capacidad de adaptarnos tanto a lo bueno como a lo malo.

Anónimo dijo...

A mi precioso ático con el tiempo y de repente le salen grietas y desconchones.
A los desconchones suelo sonreirles y darles la bienvenida, son resultado del uso y del tiempo; pero las grietas siempre me empeño en arreglarlas a golpe de palique y paleta... y acabo recordando tarde, muy tarde que no soy albañil titulada o se diría albañila??.
Un besazo

Anónimo dijo...

Reich, lo que tu amiga te intenta decir es que a lo mejor si no idealizas tanto en buscar ese piso de 200 m2, te encuentras con la sorpresa de que esos 30 m2 que creías que tenía el piso que estás "viendo" en ese momento, se convierten en unos confortables 300 m2 una vez que conoces cada rincón del piso, y ya no quieres buscar ningún piso más...

Bss

Walrus dijo...

Pero las deformaciones subjetivas suelen ser en ambos sentidos, cosa que te has olvidado de señalar.

Luis dijo...

Cuán compruebas la verdadera realidad, no tiene por qué ser peor que tú distorsión, a veces puede ser mejor y, como tú dices, que tnga 200 m2 en vez de 150!!

Un beso enorme

perezreverte dijo...

Me parece que hiciste un post sobre como se accedía a el blog y es que yo quiero saber como acceden al mío y Reich por si me lo puedes decir.