Ni buena, ni mala

Soy buena cuando me pongo borde y te evito, porque me huelo lo que vas a decir, lo que yo voy a contestar después y el mal sabor de boca que nos va a quedar a los dos.

Soy mala cuando mirándote a los ojos, te digo lo mucho que me divierto contigo, sabiendo que esto hará que tú me digas el ciento de cosas que necesito oír porque estoy de bajón.

Soy buena cuando me llamas por teléfono y no contesto, porque sé que me vas a volver a contar lo mismo, y hoy no me voy a poder morder la lengua como ayer.

Soy mala cuando te mando un mensaje al móvil sabiendo que te va a hacer mucha ilusión, porque lo hago cuando pienso que te estás alejando de mí.

Soy buena cuando me dices que no vaya y voy, porque te conozco lo suficiente como para saber lo que necesitas, cuando necesitas algo.

Soy mala cuando me pides que vaya y voy, porque en el fondo sé que lo que a ti te gustaría es que yo me hiciese de rogar un poquito, que es lo que suelo hacer cuando me dicen ven, y quiero ir.

Soy buena cuando me pides que sea sincera y no lo soy, porque he notado que hoy tú no estás preparado para oír de mis labios lo que pienso sobre lo que me estás contando.

Soy mala cuando soy sincera contigo y te digo todo aquello que no te gusta oír, pero que yo pienso, sólo porque hoy te he visto muy seguro de ti mismo y muy sobrado.

Soy buena cuando no te miro a los ojos para decirte algo, porque a lo mejor mirándote no podría hacerlo.

Soy mala cuando te miro a los ojos, leo tu pensamiento y hago realidad tus deseos, porque lo hago para compensar algo que he hecho anteriormente y de lo que no me siento orgullosa.

Soy buena cuando me invitas a cenar, te digo que no me apetece, te pido que vengas a casa con unas pizzas y te recibo en pijama, porque es mi forma de decirte que si me apetece verte todo lo demás no importa demasiado.

Soy mala cuando te invito a cenar, preparo tu plato favorito, abro una botella de vino y dejo que me cuentes todas tus batallitas del trabajo, si lo hago porque he tenido un mal día y no me apetece estar sola.

Soy buena cuando me enfado, te grito y te insulto, porque sé que eso te hará pensar, recapacitar y darte cuenta de que a veces tú también te equivocas.

Soy mala cuando deseo que llegue tu cumpleaños para felicitarte la primera y demostrarte que soy mucho más detallista que tú, que olvidaste mi cumpleaños este año.

Soy buena cuando te lo mereces tú...
...y mala cuando me lo merezco yo.