Carta a la Srta. Libido

Querida Srta. Libido:

Te escribo para pedirte un favor y, de paso, aclarar ciertas discrepancias que tenemos tú y yo últimamente.

Estoy acostumbrada, (y como has podido comprobar, ya ni me quejo) a que cuando llega la primavera tu te dispares cual cohete y hagas de mí lo que te de la gana. Lo asumo, sé que no lo puedes evitar y yo me adapto como puedo.

Me he acostumbrado también a que durante ciertos días al mes estés más presente que de costumbre y hagas que piense, imagine y desee cosas que a veces me sorprenden a mí misma.
Incluso me he adaptado perfectamente a tus idas y venidas, a tus desplantes ocasionales y a tus presencias insistentes durante épocas poco oportunas.

Pero si te escribo estas palabras ahora, es porque por una vez necesito que dejes de hacer tu vida a tu ritmo e intentes adaptarte un poco a la mía.
Sabes perfectamente que el poder que tienes sobre mí es capaz de hacer que pierda los papeles y haga cosas de las que después no me siento muy orgullosa.

Sabes también que si te pones muy pesada me acabo rindiendo y acabo metida en líos de los que después no me ayudas a salir.

Y por si todo esto no fuera señal suficiente del sometimiento que padezco, soy consciente de que por muy cabezota que yo me ponga, la batalla la acabas ganando tú.

Por eso esta vez te escribo, para que podamos llegar a un acuerdo, a un pacto o simplemente para que consigas llegar a comprender lo complicada que me haces la vida de vez en cuando y te apiades de mí por una vez.

Por favor, Libido, observa un poquito mi vida y ajústate a ella.

Esta semana me tengo que ir dos días de viaje con un compañero de trabajo. Quiero pensar que cuando mi jefe decidió elegirnos para este proyecto no se fijó en el hecho de que somos los dos únicos solteros de nuestros respectivos departamentos. Quiero pensar también, que el hecho de que tengamos que hacer noche allí innecesariamente no tiene nada que ver con la fijación de mi jefe por verme ennoviada. Y, por supuesto, que quiero pensar que las coñas que se traen las secretarias, a cuenta de las habitaciones contiguas del hotelito con encanto que han escogido, no significan nada de nada.

Sabes que yo no quiero complicarme la vida.

No seas cabrona Libido, por favor... y compórtate!

Prometo recompensarte como te mereces...

Atentamente,

Reich.

Actualización (Jueves tarde, antes de salir de viaje con mi "compi")

Me ha comentado Pilar, una compañera, que hace tiempo ya, estando ella por el barrio de chueca, le pareció ver a mi "compi" besándose con un morenazo cañón.

Luego ha venido Arantxa y me ha dicho que no le haga ni caso a Pilar, que en realidad lo que sucede es que está celosilla porque está loca por mi "compi" y no soporta la idea de que nos vayamos de viaje juntos.

Luego ha venido mi jefe y me ha traido un mapa de carreteras de la zona a la que vamos y me ha señalado un par de "hermosos parajes" que podemos ir a ver si tenemos tiempo... o para desconectar un poco. También me ha dado la dirección de un restaurante para cenar esta noche.

Luego, mientras me tomaba un cafe, se me ha acercado un compañero de departamento de mi "compi" para decirme que "mi compi" está un poco nervioso, que sea buena con él.

Y por si todo esto no fuera suficiente, me han llegado rumores de que existen apuestas para ver si aquí hay tomate o no!!!!

En fin... yo no doy crédito. A veces creo que en lugar de en una oficina seria trabajo en la portería de ¡¡aquí no hay quién viva!!

PD: Si alguien de mi oficina lee esto, que disimuladamente se acerque a mi mesa y me lo diga... ¡¡yo quiero entrar en las apuestas!!... para una vez que puedo ganar algo...

--------------------------------------------------

El verdadero fuego que me tiene quemada está en Galicia... y no es un fuego... son muchos...