viernes, mayo 05, 2006

Del engaño al desengaño

Tengo un amigo que dice que el amor es un engaño y por eso al mal de amores se le llama desengaño... Y creo que no le falta razón.

Si en la vida real, donde todo lo vemos con nuestros propios ojos, esto es así, imagínate cómo son las cosas en el mundo virtual en el que nos hemos metido.
Nos engañan constantemente.
Nosotras les engañamos un poquito.
Y lo peor... lo que no tiene pe
rdón de dios, es que nos engañamos a nosotras mismas....

El otro día un chico me mandó un mail, me hizo gracia lo que me decía y lo agregué a mi Messe
nger para ver si podía hacerme reir en tiempo real.
El domingo por la noche se conectó y se alegró muc
ho al comprobar que yo había accedido a darle una oportunidad. La conversación empezó tal que así:

Él: Reich, eres tu? qué alegría que me hayas dado esta oportunidad!!!
Yo: Ya ves... me has caído simpático (soy muy chula, lo sé, pero eso les encanta)
Él: Cuanto tiempo vas a estar aquí?, es que tengo la cena al fuego y no quiero que se me queme...
Yo: Toda la vida
Él: Genial, porque pienso pasar el resto de mi vida contigo, te lo advierto. Vete planeando el resto de nuestras vidas, que vuelvo en 5 minutos...

Me cautivó con esa frase. Lo reconozco, soy muy simple, pero esa seguridad que me transmitió me llegó al alma... y me quedé esperándolo un ratito mientras releía su perfil y comprobaba que además de guapo sabía escribir y tenía mucha gracia.
Volvió a los 5 minutos y retomamos la conversación.
En cuestión de 15 minutos los dos estábamos encantados de
habernos conocido. Nos reímos, nos confesamos nuestros pecados e incluso reconocimos que lo que nos estaba pasando no era lo normal. Teníamos mil cosas en común y una forma de ver la vida muy similar.
Yo para estas cosas de los
fechazos he de reconocer que soy muy radical... me enamoro en cuestión de segundos ciegamente, como si tuviera 15 años.

A la media hora nos estábamos planteando seriamente cómo sería nuestro primer encuentro y lo mucho que nos gustaría que éste fuera el primero de miles de ellos.
A la hora ya no había marcha atrás, estábamos atrapados y n
os estábamos empezando a poner romanticones, como adolescentes alterados por las hormonas, que si tu eres muy guapo, que si tu lo eres más, que si esos ojitos, que si esa boquita.... en fin, patético...
A la hora y media nos declaramos amor eterno y juramos no separarnos jamás.

Era un hecho, habíamos nacido para morir juntos y nada ni nadie podría evitarlo.
A las dos horas tuvimos nuestra primera bronca. Como toda pareja que se precie empezamos discutir por una chorrada, pero...


Él: por qué tardas tanto en contestar?? estás hablando con otros??
Yo: No, es que mi madre me está llamando por teléfono y no puedo hacer todo a la vez.
Él: No me lo creo!! tu estás ligando con otro!!!
Yo: Te juro que no, jamás te haría eso... es mi madre, que me está contando la receta del pollo a la pepitoria
Él: Si no eres capaz de respetarme cuando estoy delante no sé de lo que serás capaz de hacer cuando yo no te vea...
Yo: Es mi madre!!!, si le cuelgo el teléfono se presentará en mi casa en menos de 10 minutos pensando que me pasa algo!!!!
Él: Vale, ya veo que clase de persona eres... esto no me lo esperaba de ti... me has decepcionado...
Yo: Pero amor, no!!! Te aseguro que te estoy diciendo la verdad!!
Él: Creo que va a ser mejor que lo dejemos antes de que puedas hacerme más daño.... ya me han roto el corazón una vez...
Yo: ¿?¿?¿?¿?¿?
---Puede que Él no conteste, su estado es desconectado.---

Fue la primera y la última bronca....
Vale, no duró mucho, pero fue tan bonito....

Reich.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jaaaaaaaaaajjajaaj creo que podemos compartir blog..en cuanto a engaños y desengaños..date una vuelta, me encantaria que participes... esto es genial..

besitos.

Walrus dijo...

Al final ya me suena a ficción, aunque tampoco sé si lo ha transcrito como copipaste o como versión inspirada. En cualquier caso es gracioso. A mí me han pasado cosas similares un par de veces.

El medio... es el medio. O bueno, quizá más cosas, tal vez incluso pueda darse lo mismo en otro medio, pero este lo hace más triste.