Tú lo has querido...

Que quede muy clarito que yo, Reich, jamás de los jamases, creí que escribiría un post como este en este blog.

Siempre creí que aquí sólo tendrían cabida citas horribles, encuentros desafortunados, malas experiencias, anécdotas frustrantes, paranoias desalentadoras o chorradas sin demasiado sentido.

Reconozco que nunca se me habría ocurrido pensar que podría llegar a contaros lo que os voy a contar.

¿Por qué? Pues porque este blog no va de eso.

No va de citas geniales, ni de chicos estupendos, ni de momentos especiales, ni de situaciones agradables, ni de experiencias increíbles. Este blog va de todo lo contrario.


Peeeero... un día te encuentras con un blog que te llama la atención, lo lees, te sorprende gratamente y te dices: "Reich, quédate con este nombre, HSolo. Este chico promete."

La primera vez que entré en el blog de HSolo leí algo que me llamó muchísimo la atención y que me pareció genial y en ese mismo instante quise conocer a la persona que había detrás de ese blog.

Dicho así, puede parecer que estoy chiflada (y a lo mejor sea cierto), pero yo pensé eso con la convicción de que no lo conseguiría jamás.

Yo era una bloguera hipernovata y veía en HSolo a un veterano de vuelta de todo, que jamás se fijaría en alguien con un blog tan frívolo como este.


Además, yo ya me había fijado en la cantidad de comentaristas femeninas que tenía y lo mucho que lo halagaban y lo piropeaban,

con lo que yo enseguida me hice mi composición de lugar:


Chico soltero, sensible que empieza a escribir en un blog sus frustaciones. Encandila con su dulzura a toda aquella mujer que se pasa por su blog, descubre en ello un filón para ligar y se echa a perder convirtiéndose en un Don Juan rompecorazones. (vamos, el típico lobo con piel de cordero)


Pero yo tengo un defecto enorme, soy la persona más cabezota del mundo y cuando algo se me mete en la cabeza no hay nada que hacer...

El caso es que, como bien dice HSolo, yo sí recuerdo cómo llegó a mí blog y cómo entramos en contacto.

Lo recuerdo por una sencilla razón: nada fue casualidad, todo ocurrió tal y como yo lo había planeado (con mucha premeditación y alevosía, por supuesto).

Pero, como ya sabéis a veces cazan al cazador...

Y lo que me encontré cuando empecé a conocer a HSolo no era, para nada, lo que yo me había imaginado.

De ahí a nuestro primer encuentro, ya sabéis lo que pasó: mogollón de mails, mogollón de conversaciones de msn, mogollón de sms, mogollón, mogollón...

Nuestros dos encuentros ya los ha contado él, y lo que no ha contado, la verdad es que no es importante.

¿Cómo es HSolo?

Muchísimo mejor de lo que lo yo me esperaba... (y os aseguro que mis espectativas eran enormes).
Pensad en todos los piropos que se os ocurran, añadirle delante a cada uno un "mogollón" y listo, ese es HSolo.


¿Es perfecto?

No. Y menos mal. Es humano, muy humano.


¿Tiene defectos HSolo?

Sí. Es imbécil, a veces incluso mogollón de imbécil.


¿Qué tiene de especial HSolo?

Creo que hay que conocerlo y mirarle a los ojos para saberlo...